Visitar Australia fue siempre un sueño que tenía de niño. Incluso pensé emigrar a este país enorme en mi juventud, pero el precio del billete de ida era de tres sueldos de aquella época y me parecía muy arriesgado irme tan lejos, sólo con el ticket de ida. ¿Qué pasaría si me iba mal? Y ésa fue la razón porque no me fui en mi juventud a vivir permanentemente en este país. Hoy sé que seguramente habría triunfado como periodista y estaría presentando mi propio programa de televisión o dirigiendo mi propia cadena de tv porque mi inglés en aquella época era excelente, después de estudiar en Irlanda.
Pero, hoy sé también que me hubiera aburrido soberanamente en un país sobrevalorado y que realmente está muy lejos de todo que en la única ciudad que habría podido vivir, sería en Sydney porque es realmente bella y tiene una situación privilegiada con la naturaleza que la rodea. El resto del país en las continuas visitas que he hecho en los últimos años ha sido para mí prácticamente un fiasco. Empezando por la Costa Oeste del país y Perth, una ciudad millonario en habitantes en la que todo cierra las 6 pm. Todo es bonito, limpio, pero francamente aburrido y bastante complicado y a veces bastante peligroso porque hay alimañas por doquier. El famoso Margaret Valley, cuna de los mejores vinos de Australia es algo indescriptible: al llegar a la capital del valle, me bajé del coche y empecé a pelearme con moscas que te entraban en los ojos, la boca, las orejas y el polvo que hay en el ambiente, te hace respirar bastante mal. También visité Freemantle, que es una ciudad costera curiosa, pero nada más y mi mayor decepción fue cuando me tuve que hacer 300 kms. de ida y otros 300 de vuelta para ver el Parque Nacional de los Pináculos y éstos medían escasamente un metro. Las decepciones continuaron casi a diario porque todo lo que los australianos te venden como sitio histórico, apenas tiene 100 años y es algo que en nuestra Europa, sería simplemente viejo, pero no histórico. Son muy anglosajones a la hora de pensar que lo suyo es mejor y superior a lo de los demás y te venden lo que sea con tal que les pagues. Además la comida es peor que la inglesa que pensaba que era la peor del mundo.