El toponímico de Benelux es la abreviatura de la primera sílaba de estos tres países: Bélgica, Países Bajos (Nederlanden en flamenco) y Luxemburgo y representa al grupo de estos tres países europeos que se parecen mucho y también se diferencian.
Para mí visitarlos es lo más normal, ya que vivo en Colonia y queda a penas a 60-70 kms. de la frontera belga y de la neerlandesa.
Empecemos por Bélgica, que tiene un clima horroroso, ya que casi siempre tiene cielos grises y que cuando llegas en coche desde Alemania, ya que no hay más fronteras, pues los tres países pertenecen a Schengen, te das cuenta que estás en Bélgica por las autopistas. ¡Sí, por las autopistas! Éstas tienen cambios de rasante tremendos y están llenas de baches porque no las reparan desde hace años. Choca esto en el país en donde se encuentra la sede de la mayoría de las instituciones europeas.
En el País de los Belgas, como dice la constitución hay tres zonas muy diferenciadas y con muchas hostilidades entre ellas: la Bélgica flamenca, la Bélgica Francófona y la Bélgica germana. En las tres se hablan tres lenguas diferentes: el flamenco, el francés y el alemán y hay una tensión lingüística y política que a punto ha estado de dividir el país en tres países independientes varias veces en los últimos años.
A parte de Bruselas, la ciudad más completa del país y en donde se puede disfrutar de una buena comida en la Plaçe du Roi d’Spagne en pleno centro histórico de la capital y a pocos metros del famoso Manekenpis y en la que se puede visitar también el Atomium, símbolo que queda de la Exposición Universsal de 1956; hay que visitar ciudades como Lieja (Liege, Lüttich),Amberes, la capital mundial de los diamantes, Gante y por supuesto, Brujas (Brügge), que cuenta con un casco histórico magnífico y es una de las ciudades más bonitas de Europa.
En la gastronomía belga, que es una mezcla de la alemana, la francesa y la holandesa, destacan los mejillones (Les moules)
hechos al vapor que se pueden tomar en cualquier ciudad belga, pero que saben mejor en la costa en enclaves como Knokke.
En cuanto a Los Países Bajos, hay que aclarar que Holanda es el más conocido y con el que por extensión todos llaman al país, pero hay más como Zelandia, Groninga,… Por supuesto, visitas obligadas son Ámsterdam y La Haya en donde está la cocapitalidad del país. Ámsterdam es la capital comercial y en la que todo pasa y La Haya (Den Haag) es la capital administrativa y en donde se sitúan los palacios reales y otros monumentos históricos.
Ámsterdam es la ciudad de los canales, la Venecia del Norte con museos muy interesantes y pequeños restaurantes o cafés en los que tomar algo con calma. Esta ciudad tiene su encanto y es única.
El país de los tulipanes también tiene otras ciudades interesantes como Utrecht, Rótterdamm o Nimega. Los quesos y los platos con pescado son las especialidades holandesas. que hay que probar. Especialmente el Alt Amsterdamer o el Gouda.
Por último, Luxemburgo, el país más pequeño de los tres y sin acceso marítimo es un tranquilo enclave en donde castillos, bancos y palacios interesantes hacen la vida de sus habitantes de lo más anodino. Nunca pasa nada en este país en que se hablan tres lenguas oficialmente: luxemburgués, francés y alemán.
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