César Manrique: “Por la noche entro en éxtasis acostado sobre el picón contemplando el universo”

Últimas tardes de César (III): el decano de la prensa en Canarias, el Diario de Avisos, publicó cuatro días seguidos dos páginas completas dedicadas a la última entrevista inédita a César Manrique dado su interés mediático. Éstas son las dos últimas páginas, es decir, la quinta y sexta página de esta larga e íntima entrevista al genio lanzaroteño.

En mi tercera tarde con César Manrique repasamos muchos temas, ya calmado el volcán de declaraciones explosivas que era el artista y que orillaban lo políticamente incorrecto, pero le daba lo mismo


César Manrique: “La llamada que recibí en Nueva York para salvar Lanzarote fue mágica ”


César Manrique: “Tengo la impresión de que yo no hago nada, que me lo dictan”


“La muerte significa la perfección absoluta”

Por Nicolás de la Barreda.| En esta mi tercera tarde con César repasamos muchos temas, ya calmado el volcán de declaraciones explosivas que era el artista y que orillaban lo políticamente incorrecto, pero le daba lo mismo. Recuerdo la grandeza de César Manrique, que, aunque era pequeño de estatura tenía una talla artística inconmensurable, y me doy cuenta de la suerte que tuve al compartir varias tardes con él y muchos otros momentos. Es como si hubiera tenido el honor de estar con Picasso, Dalí o Buñuel. He tenido la misma sensación de que cuando visito a menudo a Carlos Saura y me doy cuenta que estoy conversando en su casa de Collado-Mediano (Madrid) con uno de los cineastas y artistas más importantes vivos en habla hispana.

La grandeza y humildad de su humanidad es un denominador común en las figuras que he entrevistado a lo largo de mi vida. Tuve la misma sensación con Cesária Evora y con Mario Vargas Llosa u Óscar Arias. Incluso con Pedro Almodóvar al que acusan de muy egocéntrico y en las distancias cortas resulta una persona simple y frágil. Por cierto, en su película Los abrazos rotos rinde un homenaje indirecto a César Manrique al rodar en Lanzarote, donde un accidente de coche (en ese mismo cruce) cercena repentinamente la vida del artista protagonista que también tenía problemas visuales como el conejero y canario universal.

-¿Tienes alguna manía confesable?

“Yo creo que ninguna. Quizás mi apasionamiento. Soy una persona apasionada y con una gran vitalidad, creo, porque no paro y no me canso. Tengo compañeros de viaje y todos terminan agotados, y eso que soy viejo, ya tengo 72 años, aunque no me lo creo para nada. ¿Qué es lo que me está pasando? Yo mismo me lo pregunto. Creo que fue el momento que volé por los aires al nacer y que me dio una energía diferente. No lo sé”.

-Has tenido un problema visual bastante grave y que te ha tenido muy preocupado.

“Yo, en mi vida, antes tenía una enorme valoración por lo que me rodeaba: el espacio, el escenario donde vivo, en cualquier lugar… Siempre he conservado una capacidad de asombro al ver salir el sol, contemplar las estrellas…¡todo!…Pero al operarme de la vista y pensar que me podía quedar ciego, tuve una angustia tan profunda, que le pedí al Creador que me eliminara. O sea, prefería morirme. Y entonces me di cuenta de que la gente no sabe lo que tiene para dar saltos de alegría, pensar que puedes tocar, hablar, ver, oír…que estás completo. Eso es realmente maravilloso y hay que darle gracias al Creador simplemente por poder estar de una manera equilibrada y bien. Cuando yo, de repente, veo gente joven que está deprimida o simplemente dice: ¡ay, qué aburrimiento! No saben que están insultando al Creador . No hay palabras para poder dar gracias. Por eso, no puedo entender de ninguna manera a la gente que se droga. Porque la vida es droga pura de un deleite sublime y maravilloso como para coger y prostituirse por un veneno como la droga y romper el concepto de la realidad que tenemos, que es fantástico. Eso no lo termino de entender porque para mí contemplar lo que me rodea me hace entrar en éxtasis”.

-¿Qué es lo primero que haces al levantarte?

“Un poco de gimnasia sueca, ducharme, afeitarme, desayunar zumos de fruta naturales, sobre todo de mis higueras de Haría, que me las cogen en el mismo momento frescas por la mañana…brevas estupendas e higos y me pego un lote de higos impresionante…¡y nada más, sino fruta! Y de ahí me voy corriendo al estudio y me pongo a pintar hasta las dos o dos y media y luego por la tarde de tres a seis. Me paso todo el día en el estudio trabajando, proyectando y diseñando un montón de cosas”.

-¿Qué es lo último que haces antes de acostarte?

“Dar gracias a Dios de cómo estoy y de lo que me ha dado. De la felicidad que tengo a través del poder vivir de una manera normal…¿Comprendes? Eso me fascina”.

-¿Tienes algún hobby aparte de la pintura?

“Solo la pintura. La pintura es lo único que me…”

-Pero a ti no se te puede catalogar como un simple pintor…

“Bueno, también hay una majadería en querer catalogar a la gente. Diseñador, escultor, arquitecto, pintor…Es que todos los artistas de la época de Egipto, Caldea, Asiria, Grecia, Roma, el Renacimiento…han sido y han diseñado todo. Miguel Ángel, por ejemplo, era modista porque diseñó el vestuario de los porteros del Vaticano y la cúpula de San Pedro, que es una obra de arquitectura impresionante y no era arquitecto, era escultor, pintor, diseñador…era un creador. Y lo que ahora estamos es empobreciendo el arte. A mí me han querido catalogar desde jardinero, pasando por escultor, arquitecto, pintor…Soy un artista, un pintor que parte de la enseñanza plástica de la pintura para poder seguir creando en lo demás. La base es la pintura, el concepto del color, la forma y la materia, la calidad, etc., y de ahí se pueden hacer 400 cosas: de diseño, de arquitectura, de jardinería… Por ejemplo, el Jardín de cactus, como dijo Monet, el impresionista francés: su mejor obra era su jardín y fue el primero en empezar a dar las pautas del impresionismo francés. Y si yo digo que mi mejor obra es mi Jardín de Cactus, entonces Manrique es jardinero. Eso es querer empobrecer el arte. El arte tiene que tener una mayor amplitud. Y aconsejo a todos los artistas que no se empobrezcan pintando solamente, tienen que enriquecer el arte y la vida con todo lo que puedan aportar , desde diseñar la pestillera de una puerta hasta una silla. Cualquier cosa”.

-¿Qué será el 92 para España?

“Pues no lo sé, pero creo que es interesante que se celebren unos Juegos Olímpicos en Barcelona, que mejorará con un esfuerzo colectivo, porque es una ciudad que le daba la espalda un poco al mar, y no te quiero contar nada con la Expo de Sevilla, ya que la última Expo en Sevilla fue en el 29, creo. Hicieron la Plaza de España de Sevilla, que me parece una obra maravillosa y con la nueva ciudad mejorará infinitamente en limpieza, arquitectura y orden, pero hay que tener un poco de miedo con lo postmoderno, por ejemplo, porque yo he visto ahora la terminal del nuevo aeropuerto de Sevilla de un arquitecto muy conocido, y me quedé aterrado de lo feo, de lo inhóspito…Lo catalogué como si fuera un cuartel para robots…A nadie le ha gustado, Y es muy triste que en Sevilla, con su tradición de su arquitectura barroca, de su poesía y de su mundo fantasioso, hayan hecho un aeropuerto que parece un búnker …aquello es lo más inhóspito y antivida que se puede concebir, cuando Sevilla y Andalucía están llenos de aromas de flores, de mariposas y de poesía. Me parece un insulto a la vida”.

-Dime una ciudad

“Para mí de las mejores ciudades urbanas es París. Ahora, de las ciudades más atractivas y misteriosas es Venecia. Para mí es de las ciudades más bellas del mundo junto a Florencia. Roma es muy interesante…Y, bueno, Sevilla también es una de las ciudades más bellas del mundo porque tiene un poco de todo”.

-¿Un país?

“Creo que hay muchas cosas que me gustan de uno o de otro…Por ejemplo, a mí me gusta mucho la cultura árabe y me gusta mucho Marruecos. Creo que el día que Hasán II arregle la costa que tenemos enfrente aquí no vendrá nadie porque tiene una identidad, un misterio, una arquitectura, una gastronomía y una personalidad que responde a lo que la gente quiere ver y visitar. La gente no va a ver la vulgaridad y la estandarización internacional, que ya todo es igual en todo el mundo y eso es muy grave porque entonces el viaje deja de tener el interés que tenía que tener para poder admirar otras culturas y otras formas autóctonas de lugares”.

-¿Qué te llevarías a una isla desierta?

“La contemplación…¿Te parece poco?”

-¡Qué bonita respuesta! ¿O sea, que no te llevarías nada que pudiera mancharla o mancillarla?

“Contemplarla…¡Menudo goce! Y menuda suerte poder contemplar una naturaleza totalmente virgen que no la haya prostituido el hombre como de costumbre”.

-¿Tú has llegado al orgasmo con tu pintura, con tu arte?

“Pues sí. Yo estoy en un orgasmo continuo de admiración. Por la noche, en Haría, me tiendo boca arriba sobre el picón volcánico en contacto directo, en una especie de contacto eléctrico, con la tierra y con las cenizas volcánicas mirando hacia arriba contemplando el universo y entro en el éxtasis. Empiezo a comunicarme con la naturaleza ¿eh? Hay como una complicidad entre la naturaleza y yo. Te lo digo en serio, porque cuando estoy realizando algo la naturaleza me da una serie de soluciones que yo mismo me quedo sorprendido. Hay como un enorme amor por la naturaleza y es como si ella comprendiera mi amor y me corresponde. Es lo que siento, como un mensaje dictado. Creerán que es fantasía, pero es lo que siento.”

-¿A dónde te irías de vacaciones?

“A Marruecos, y además lo tengo enfrente. Las grandes ciudades del mundo ya se parecen todas, salvo Praga o Viena, que tienen una arquitectura tradicional que es lo que realmente va uno a ver. Porque, por ejemplo, la única arquitectura moderna que puede uno ver es conocer Chicago o Nueva York, donde hay rascacielos con unos diseños y unos materiales de una riqueza y una tecnología que deja de ser arquitectura para ser aparatos electrónicos… eso es arquitectura moderna. Pero querer hacer un posmoderno con cuatro perras en Canarias me parece de una pobreza y de una miseria que me da tristeza y pena porque es un quiero y no puedo. A veces lo importante es lo auténtico: las casas viejas de Canarias, sacar de ahí toda su esencia para crear una arquitectura llena de atractivo y de encanto”.

-Si tuvieras una maquinita que destruyera el edificio o la parte que tú quisieras…

“Eso sería muy peligroso, porque sería para mí como la bomba atómica. Habría una destrucción masiva. A mí todos los días me aterran miles de edificios que son un espanto”.

-¿En dónde te han tratado mejor?

“En Alemania, donde me han dado premios internacionales muy importantes. Por ejemplo, en la Universidad de Hannover, donde me dieron un premio que también tiene el arquitecto danés, J. Utzon, que hizo la Ópera de Sidney. Me quedé asombrado y pensé que conmigo se habían equivocado. El único telegrama de felicitación que recibí fue de Jorge Semprún, ministro de Cultura. Este premio en España ni se ha comentado cuando es importantísimo”.

-¿Cómo te sientes mejor en tu casa? ¿Eres partidario de estar solo o acompañado?

“Me gusta estar solo. Cada día más. Ya la gente alrededor me suele cansar. Cuando empiezas a tener una cierta popularidad y todo el mundo viene hacia ti a preguntarte, a pedirte no sé qué, a colaborar con no sé cuanto…Llega un momento que eso te agota. Quizá sea lo único que me cansa. Fíjate, caminar, viajar,hacer algo, trabajar no me cansa nada, pero el tener que estar explicando a cada persona con buena cara porque no puedo ser un antipático porque van a decir quién se ha creído este tipo. Pues eso me cuesta mucho trabajo, me cansa de verdad…









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