Ya se dio el pistoletazo de salida

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Este año 2016 es peculiar en cuanto a fechas, ya que apenas terminaron las vaciones navideñas sobre el 7 de enero y ya el 13 de enero se estaban presentando las Candidatas a Reina del Carnaval en Sta. Cruz de Tenerife.

El hecho que sean casi consecutivas, sin apenas un descanso después de las fiestas más largas del año que son las navideñas, que precisamente acaban tras la llegada de los Reyes Magos y la vuelta de los infantes a la escuela, casi obligados después de tantas semanas en casa jugando o acostumbrados a las vacaciones, provoca que apenas haya tiempo para cambiar el alumbrado navideño por el carnavalero y algunas ciudades han sido precavidas y han quitado todo atisbo de arbolitos o Santa Claus de la iluminación y han puesto alumbrado más laico sin ningún matiz religioso cristiano y así han aprovechado para ahorrar dinero y mucho trabajo, al no tener que descolgar la navideña y colgar la carnavalera. Esto ha pasado en muchos ayuntamientos en donde gobierna los bloques de izquierda nuevos que quieren ser más laicistas y con razón y menos derrochadores que los ayuntamientos gobernados por las derechas de toda la vida.

En Colonia, cuyo pistoletazo de salida es el 11.11. a las 11.11 am, es decir, el Carnaval comienza a celebrarse el 11 de noviembre a las 11 y 11 de la mañana, cuando en el Spanischer Bau (el edificio español), que es la parte más antigua del Ayuntamiento de Colonia, se da una especie de chupinazo que permite que todo el mundo grite de alegría y con mucha algarabía: ¡Kölle, alaaf! (algo así como «¡Viva Colonia!» o «¡arriba Colonia!» en el dialecto coloniense del alemán.

En Tenerife, el carnaval mayor es el de Santa Cruz y aunque hace muchos años ya habían bailes de carnaval en diciembre en sociedades tan representativas de la época como el Palais Royal, el Círculo de Amistad XII de enero, el Real Casino de Sta. Cruz, el Real Club Naútico y el Parque Recreativo, esta tradición se ha perdido casi por completo y es una pena porque había mucho tiempo para fomentar ensayos y encuentros entre la gente enamorada del Carnaval, los componentes de grupos carnavaleros y la sociedad civil.

Mientras en Colonia el Carnaval mueve 64 millones de euro y es muy productivo para la ciudad, en Tenerife no hay datos muy concretos al respecto.

En Colonia hay Karnevalsvereine (asociaciones de carnaval) que organizan todo de forma privada y tiene un poderío económico envidiable, ya que están muy bien organizadas desde hace décadas y apenas reciben subvenciones de nadie, ya que mueven millones de euro al año y por supuesto que pagan impuestos porque en Alemania no se libra ni Dios de pagar a Hacienda. Esto hace que sean política y administrativamente totalmente independientes de la hacienda municipal.

En cambio, en Tenerife nunca se han sabido organizar y siempre quieren tener subvenciones de Papá Ayuntamiento o Abuelo Cabildo. Entidades políticas que a su vez tienen un granero inmenso de votos en los grupos del carnaval y llevan ganando las elecciones en toda la democracia gracias a ello.

Aunque Alemania no está libre de corrupción, en Tenerife seguramente habremos oído más de una vez: «Muy bien nosotros les damos la subvención este año, pero ya saben lo que tienen que hacer por nosotros, ya que se acercan las Elecciones Generales, Municipales o Autonómicas» y la frase churchilliana de «Nunca tan pocos hiceron por tantos», se debería de reescribir aquí por aquella mejor de «Nunca tantos trabajaron para tan pocos». La picaresca de trasvase de subvenciones a grupos carnavaleros afines a CC, a cambio de votos durante las elecciones provoca una corrupción intrínseca difícil de resolver en el carnaval chicharrero en donde el minuto más caro de la tv canaria es el momento en que el Alcalde de Sta. Cruz (sea el que sea, pero siempre de CC) corona a la Reina del Carnaval en los últimos casi 40 años de democracia que tenemos en Canarias.

La pregunta del millón de euro es muy simple: ¿Por qué no corona (en este caso entrega el cetro) la Reina saliente del Carnaval a la Reina entrante como dicen todos los libros de protocolo en una coronación y como se hacía hasta que el entonces Alcalde de Sta. Cruz y luego Presidente del Gobierno de Canarias, Manuel Hermoso, descubrió el chollo publicitario y los réditos electorales que le suponía ser él, quien la corone desde entonces?

La respuesta a semejante cuestión es aún más simple: a pesar de no ser de caballeros, robarle el último segundo de Reinado a la Reina del Carnaval saliente, el Alcalde no desea perder ese momento mediático anual que quedará en la retina de todos los canarios (sus potenciales votantes) año tras año.

¿Conseguiremos algún día revertir esta perversa costumbre machista y lo peor, electoralista?

Como anécdota contaré que en 1985 dimos instrucciones en el taller de Justo Gutiérrez en donde transitaba y trabaja el que esto escribe, que en caso de que saliera una de las 3 candidatas que presentaba el maestro Gutiérrez, la Reina elegida se lo entregara a la entrante.

Todavía nos acordamos con estupor (y se puede ver en los vídeos de la época), cómo Manuel Hermoso, orgulloso Alcalde de la ciudad del chicharro, forcejea ligeramente y le agarraba el brazo a Seve Suárez Velázquez que con la fantasía Mi querida Josephine, quien representando a Almacenes El Kilo y salida del taller de Justo Gutiérrez se alzó inesperadamente con el título de Reina del Carnaval 1985 y además para colmo boxeadora en sus ratos libres y le arrebata el codiciado trofeo…

¿Por qué ocurre este desaire año tras año? No lo sabemos, pero se da por instituido de tal manera que ya nadie se lo cuestiona.