Panem et circenses (Pan y circo)

La Declaración universal de la UNESCO sobre la Diversidad cultural (París, 2001) la cual se planteó un Plan de Acción para restablecer la Declaración Universal, en su Artículo 1, nos enuncia: La diversidad cultural, es patrimonio común de la humanidad. “La cultura adquiere formas diversas a través del tiempo y del espacio. Esta diversidad se manifiesta en la originalidad y la pluralidad de las identidades que caracterizan los grupos y las sociedades que componen la humanidad. Fuente de intercambios, de innovación y de creatividad, la diversidad cultural es, para el género humano, tan necesaria como la diversidad biológica para los organismos vivos. En este sentido, constituye el patrimonio común de la humanidad y debe ser reconocida y consolidada en beneficio de las generaciones presentes y futuras.” Reivindicar, proteger y respetar nuestra diversidad cultural, significa acatar los Derechos Culturales, establecidos por la Declaración Universal de Derechos Humanos, de la Naciones Unidas, establecida en 1948. No sólo hay que conseguir que la UNESCO declare nuestra Fiesta Mayor Patrimonio Cultural Material e Inmaterial de la Humanidad, sino proteger todo nuestro legado con la declaración de Bienes Culturales y darle así una protección jurídica en nuestro país. Y declarar un traje de Reina del Carnaval B.I.C. (Bien de Interés Cultural) no creo que sea una exageración, ya que impediría su expolio y derivaría en su conservación y en restricciones a sus traslados sin garantías.  La política de Panem et circenses, típica de algunos emperadores romanos, es decir, dar pan (comidas gratis y cartones de leche antes de las Elecciones Municipales) y circo, es decir, fiestas (llámense Carnavales, Fiestas de Mayo, etc.,…) se tiene...