Alemania

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Escribir recomendaciones sobre un país en el que llevo casi la mitad de vida, es fácil y difícil al mismo tiempo.

Yo diría que Alemania no es sólo un país, sino una mentalidad.

La puntualidad, la corrección política, el trato y muchas otras cosas son parte de la idiosincracia alemana por doquier.

Es un país muy competitivo que quiere ser Weltmeister (campeón del mundo) en todo y siempre piensan que lo suyo es mejor, pero cada país tiene su propio chovinismo.

Tengo que advertir con antelación que es un país sumamente caro para comer fuera con amigos, pero más barato en los supermercados. Todo lo que sea electrónica, ordenadores y máquinas del tipo que sea, es el país para comprar ese producto porque la calidad, el servicio, la garantía y lo que sea de , por ejemplo, una aspiradora o una cámara, es sinónimo de seriedad.

Es como dice una amiga mía, el país en donde las gomas de los lápices que vienen con ellas, realmente borran.

Y turísticamente vale la pena visitarlo porque Berlín es una señora capital con amplias avenidas y muchos castillos y palacios en los alrededores. Es la antigua y la nueva capital alemana (otra vez desde 2000) y combina buenos museos con muchas cosas que ver.

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También vale la pena, Múnich y Hamburgo, ciudades muy diferentes en sí, pero que resumen el espíritu alemán a la perfección. Múnich es la capital bávara y de las salchichas y cervezas y teine un casco histórico muy interesante, lleno de reliquias de su pasado glorioso. Hamburgo es una ciudad más fría, pero llena de nobles edificios y con uno de los puertos más importantes del mundo.

Colonia, la cuarta ciudad en Alemania y una ciudad millonaria en población, es una cita obligada si se quiere ver una de las catedrales más bonitas y altas del mundo. También es una ciudad repleta de bares y galerías de arte a orillas del Rin. Si uno se escapa a verla, también se puede acercar a Bonn, la antigua capital alemana y a Düsseldorf, capital de Estado Federado de Renania del Norte-Westfalia.

Ciudades como Fráncfort del Meno, Nüremberg, Bremen, Dresde o Leipzig también merecen una visita.

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