La Casa del Carnaval: a buenas horas mangas verdes

noviembremarzo01enero

Me sorprende que muchos de mis conciudadanos se congratulen y sobre todo, que se conformen con la cacareada inauguración de la Casa del Carnaval en Sta. Cruz de Tenerife.

Me sorprende porque este pretendido museo del Carnaval chicharrero llega tarde y mal.

Tarde porque se tenía que haber constituido hace más de 40 años por lo menos al darse cuenta que la hoy Fiesta Mayor de Canarias sería imparable porque el mismo grupo de gobierno municipal (ATI -Agrupación Tinerfeña de Independientes- en aquel entonces y hoy CC -Coalición Canaria) rige los destinos de la capital del chicharro desde antes de restablecerse la democracia tras la muerte de Franco en 1975, ya que Álvaro Acuña, Alcalde de La Laguna y padre espiritual de Manuel Hermoso, Alcalde de Sta. Cruz y Presidente del Gobierno de Canarias, tuvieron en sus manos, así como los posteriores alcaldes de este grupo político hasta el actual, la posibilidad de crear este museo. Llevan 40 años ininterrumpidamente gobernando la capital de la provincia más occidental de Canarias y también más de 30 años gobernando el Cabildo tinerfeño y el Gobierno de Canarias. Es decir, no hay excusa alguna para no haber destinado una partida cuantiosa de parte de los presupuestos de estas instituciones canarias que al fin y al cabo son las responsables de este desastre y catástrofe en la preservación del acervo histórico-artísitico de la capital, de la isla y de las islas. No hay excusa alguna para haber retrasado más de 40 años la inauguración de esta obligación y reivindicación histórica de todos los carnavaleros de Tenerife. En estos 40 años se han ido perdiendo, por poner un par de ejemplos, 55 magníficas fantasías de las Reinas del Carnaval chicharrero, 2 trajes de Princesas de la Fantasía, 220 trajes de las Damas de Honor respectivas, todos los primeros premios de disfraces individuales y colectivos, los 3 primeros premios de presentación de murgas, comparsas y rondallas y todos los trajes de las Reinas Infantiles y sus Damas de Honor y de las Reinas de la 3ª Edad y sus respectivas Damas de los últimos 30 años y un etcétera tan largo de carrozas, partes de los maravillosos escenarios que hemos tenido y una recopilación de datos prácticamente insalvable de todo lo que ha sido nuestra única Fiesta declarada de Interés turístico Internacional. Y todo ello debido a la desidia del grupo gobernante que nunca vio las posibilidades y la realidad artística de todos estos trajes.

Y mal porque el espacio museístico que se acaba de abrir es ya harto insuficiente para albergar las futuras fantasías de, por ejemplo, las Reinas del Carnaval y sus Damas de Honor del futuro Carnaval de Santa Cruz y por lo tanto, me parece una canallada que se aplauda esta nueva fechoría del grupo gobernante en los últimos 40 años. No es de recibo que encima de llegar tarde, se llegue mal.

Mi reflexión es simplemente triste y desoladora y me refiero al refrán español: A  buenas horas, mangas verdes, es decir, cuando ya el fuego del destiempo quemó todo el acervo, llegan las mangas verdes (las mangas del uniforme de los bomberos en los siglos anteriores) a sofocar algo que no existe. No hay perdón ninguno para semejante olvido.

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