Brasil es un país incluso más grande que Argentina. Es tan grande que es 3 veces mayor que su vecino del sur y un tercio más grande que Australia.
Evidentemente a un país de semejantes dimensiones hay que ir varias veces para conocer lo básico.
Visitas obligadas son Río de Janeiro, Recife, Belém, Fortaleça, Sao Paulo, Curitiba y las Cataratas de Iguaçu por poner sólo unos mínimos destinos en un país casi 20 veces más grande que España, que es el 2° país mayor de Europa tras Francia.
Si en Argentina la comida es exquisita y económica, en Brasil es mala y cara. Últimamente han surgido restaurantes de fusón de cocinas de la selva, brasileña y africana, pero sus precios son prohibitivos. El hecho de que en los últimos años se hayan celebrado los Mundiales de Fútbol en Brasil y que en 2016 se celebre en Rio de Janeiro las Olimpíadas ha hecho que todo suba en este gigante sudamericano. Muy poca gente habla inglés en los aeropuertos y gracias al español se puede sobrevivir.
Empecemos por Río de Janeiro. Les recomiendo una zona tranquila de hoteles como Leblanc, como por ejemplo el Sheraton Leblanc. Pasear por la playa de Copacabana puede producir complejos a la gente que no tenga un cuerpo «danone», ya que todos son esculturales.
Subir al Corcovado y ver la estatua de Cristo Redentor es algo inolvidable, pero recomiendo asegurarse que no hay niebla porque la vista cambia mucho. El Pan de Açucar es otro punto obligado de visita.
Ir a cenar al viejo barrio de Lapa también es interesante. La pastelería Columbus es un sitio en donde se ha parado el tiempo, pero de precios excesivos.
Hay muchas cosas que visitar en Río de Janeiro, pero hay que andarse con ciudado porque no es una ciudad que no pueda decirse que no sea peligrosa.