Vietnam

Siempre quise ir a Vietnam: un destino exótico en donde los haya. Que los comunistas vietnamitas le hayan ganado a los capitalistas estadounidenses, convierte a este país en un país distinto. Desde que lo pisas, te das cuenta que es diferente. La nomenclatura comunista sigue gozando de privilegios sólo vistos en los países estalinistas, pero se han capitalizado de tal manera que por todo te piden dinero y no poco. Ya el visado de entrada es bastante caro en comparación con otros países y además tiene que ser hecha mejor antes de la entrada al país y si la haces allí, sólo puedes pagarla en dólares estadounidenses y no en euros o cualquier otra moneda, incluso la nacional vietnamita (paradoja comunista: para eso si es bueno el capitalismo: para pagar en dólares). Comparado con sus vecinos, Vietnam es un país similar en su orografía, pero diferente en el trato al extranjero. Aquí no hay la eterna sonrisa de Tailandia, pero aún así es interesante visitarlo. Hay conmemoraciones populares (naturalmente comunistas) y cultos al partido único y al fundador de la patria por doquier. Hay una polución salvaje en las ciudades en donde las motocicletas campan a sus anchas y se te aparecen por todos lados y es fácil tener un accidente con cualquiera de ellas, pues se montan en la acera por la que caminas tranquilamente, sin reparo alguno. La invasión de motocicletas es tan enorme, que recomiendo usar mascarillas desechables(se pueden comprar en cualquier supermercado) para caminar por las dos principales ciudades del país (Saigón -hoy llamada Ho Chi Minh City– y Hanoi porque es francamente insoportable). Ambas...

Israel

Visitar Tierra Santa es todo un reto. Y si además decides visitar Jerusalén, ciudad santa para las tres prrincipales religiones monoteístas del mundo, el reto se hace aún mayor. Hay que estar preparados para largos e inexplicables controles de seguridad en cualquier aeropuerto y cuestionarios ridículos a todas luces, además de tener que depender de la bondad del o de la que te entrevista para poder tomar el avión, aunque hayas pagado tus billetes con antelación y no haya la mínima sospecha de que hayas algo malo. Pero, es que hay que pensar que es un país creado por los ingleses en 1948 y en continuo estado de guerra con sus vecinos y con una actitud desafiante y hostil hacia los mismos invandiendo y colonizando sus territorios. Pero aún así vale la pena y hay que armarse de paciencia para vivir la experiencia de visitar la Tumba de Jesús (el Santo Sepulcro), el Muro de las Lamentaciones, la Vía Dolorosa, el Monte de los Olivos, Belén, Nazareth, Jericó, Galilea o tantos sitios con referencias bíblicas en nuestros oídos y mentes. Jerusalén no es especialmente una ciudad bella como Roma, París o Florencia, pero tiene el halo de mágica por lo de ser la capital religiosa de dos de tres más importantes religiones monoteístas (judaísmo y cristianismo) y también ser ciudad santa para la otra gran religión monoteista (islamismo). Intramuros tiene su encanto, pero no vayan buscando una ciudad especialmente preciosa porque simplemente no lo es. Su encanto reside en lo recoleto de la Vía Dolorosa, las iglesias cristianas católicas y ortodoxas, la gran Mezquita, el Muro de las Lamentaciones...