Eurovisión 2015: 2ª Semifinal

Ayer pude ver cómo la televisión principal de Austria con un capital cultural importante, dilapida todas las posibilidades de hacer una gala interesante y cómo todo lo que hicieron rayó en la mediocridad.

Hacía años que no veía una gala tan anodina y eso que se celebran 60 años de Eurovisión. Las tomas de cámara son de lo más mediocres, los efectos especiales pueriles -salvo el uso de la pantalla LED- y las presentadoras (y esta vez incluyendo a Conchita Wurst) de lo más mediocre que he contemplado en muchos años.

Para colmo las 17 canciones que particpaban ayer en la 2ª Semifinal eran también tremendamende mediocres. Con la salvedad de Noruega con «A monster like me», Portugal, cuya cantante mereció pasar a la Final, San Marino, que cantaron con una frescura nueva y Suecia, cuya presentación en el escenario fue la mejor hasta ahora, aunque su canción no es tan original como decían, el resto fueron más de lo mismo.

No entiendo cómo pasaron a la Gran Final canciones de países como Montenegro, Letonia o Azerbayán. Por ejemplo, Aminata, la representante letona, que por cierto, llevaba el mejor vestido de la noche (un maravilloso traje rojo) y al mismo tiempo el peor peinado de la velada, cantó un canción inclasificable y en la que lo único que se le entendió fue la palabra que gritaba de vez en cuando y que era love…¿Será por eso que pasó?

La vuelta de la República Checa a Eurovisión con una excelente canción e interpretación se vio injustamente relegada de pasar a la final. Fue la única canción-canción. Me alegro mucho también por el pase a la Final de la cantante de Polonia, debido a que es la primera vez que yo recuerde que se presenta una discapacitada -salvo los representantes de Finlandia este mismo año- a la Gala y esto merece su premio. Ésta era discapacitada física y cantaba en silla de ruedas y los de Finlandia, discapacitados psíquicos (con síndrome de Down) y desgraciadamente no pasaron a la Final…Eurovisión ha hecho mucho en su historia por los diferentes y la frontera de la discapacidad se acaba de cruzar en esta edición. Y se merece un aplauso enorme y todo mi apoyo.

Con respecto a los vestidos de las presentadoras, sólo mejoró Arabella, que tenía un traje más adecuado en plateado, aunque tampoco era para tirar cohetes y el resto de la presentadoras incluso empeoró a lo visto en la 1ª Semifinal y esta vez no se libró ni Conchita que como dijo mi compañero de sofá, parecía un espantapájaros con un traje chaqueta inacabado….Además el pelo corto le sienta como una patada y sus entrevistas en la Green Room volvieron a ser insulsas y pueriles…Todo se redujo a un «Thank you very much»… y aun «Oh, darling!»….Esperaba mucho más de este icono mundial a lo diferente en que se ha convertido Conchita a lo largo de este año que ha pasado desde que ganó Eurovisión 2014.

En lo único que mejoraron y fue unos segundos, fue exactamente en los segundos que pusieron de suspense a el resultado final de las votaciones. Esta vez no leyeron directamente a los finalistas como en la 1ª Semifinal, sino que dejaron unos segundos de suspense y esos segundos, fue en lo único que mejoró la 2ª Semifinal de la 1ª. ¡Una pena!

Espero, que mañana, sábado, 23 de mayo, los 27 finalistas lo hagan mejor que nunca y la televisión austríaca nos ofrezca una gala superlativa. No en vano, se cumplen 60 años de la historia del Eurofestival y encima en el país de la música.

Las «postales» que acompañan a la presentación de cada canción son también de lo más anodino. Parece que en Austria sólo hay paisajes alpinos y con nieve. Salvo la presentación de los participantes de San Marino que se hizo en el Baile de la Ópera de Viena, el resto era de lo más aburrido. ¡Qué poca imaginación! Lo único bonito fueron las fotos finish del último segundo cuando se paralizaba la imagen y quedaba como una foto en un cartel publicitario. ¡Con lo bonito que es Austria!…No han sacado a Salzburgo y muy pocas cosas de Viena en donde hay cafés, castillos, postres, palacios maravillosos y muchas cosas más…Schönbrunn, el Museo de Ciencas Naturales de Viena, el Antropológico, el Zoo y muchas cosas más…No entiendo la poca originalidad de los realizadores….Aún recuerdo cuando se celebró en Italia por última vez y hablo del año 1991 y en las «postales» cada cantante que participaba cantaba una canción italiana famosa. A Sergio Dalma, nuestro representante con «Bailar pegados», le tocó «Santa Lucia» y lo bordó. Cuando se celebró en Moscú, uno de los números estelares fue el Coro del Ejército Ruso cantanto «Kalinka» y acróbatas, bailarines e incluso Tatoo cantando y el Coro les hacía el estribillo…¡Grandioso!…O el número en Atenas cuando estatuas griegas cantaron y bailaron las canciones más famosas de Eurovisión.

Espero que nos tengan reservado algo impresionante como la Orquesta Filarmónica de Viena o la Real Escuela Ecuestre Española de Viena o algo de la Ópera de Viena para la Gran Final porque hasta ahora el Eurofestival ha sido de todo menos grandioso y Austria no es precisamente un país pobre e inculto.

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