Exquisiteces búlgaras

UnicodeBG-Chervenka-2006-Garten-6

Sigo de viaje por Bulgaria, país madre de la cultura eslava y mientras escribo estas líneas, saboreo un magnífico yogur búlgaro que es la cosa más sana que uno puede desayunar.He aprovechado estos días de visita a la capital sofiota para visitar antiguos y viejos restaurantes que han quedado en mi retina como viejos conocidos. He vuelto a Vodenitzata (Воденицата, El Molino de agua), un restaurante enclavado dentro del Parque Nacional de Vistosha (Витоша), una de las montañas más alta que rodea Sofia. Es un placer comer en una capital europea que tiene un parque nacional en su término municipal (creo que no hay otra en toda Europa) y oír correr los arroyos y ríos bajo el manto de árboles que pueblan este restaurante. La última vez que estuve aquí fue hace casi dos años en 2013 cuando acompañé a Carlos Saura en el almuerzo que nos dieron después de visitar los estudios cinematográficos Nu Boyana y recuerdo aquel día de junio mucho más caluroso que éste de 2015. También recuerdo la comida mucho mejor.

Esta vez vine a cenar y no a almorzar y pasé un poco de frío. Claro está que estaba en un bosque y a las faldas de un monte de 2.000 metros de altura. Me sorprendió que a esa hora estuviera tan lleno el restaurante. Más me sorprendió que hubiera un espectáculo de danzas y canciones de folklore búlgaro y más aún que hubiera además un espectáculo de gente que caminaba sobre el fuego.

En el día de ayer decidí ver a amigos y pasear un poco por el centro histórico en donde compré varios programas de última generación de diseño para mi computadora Mac a muy buen precio.

Y por la noche,en cambio, aposté por algo seguro a la hora de comer y fuí al Restaurante Полипитите (Bajo los tilos), uno de los más típicos de la ciudad y que se encuentra al comienzo de una ladera en una calle muy empinada, cerca del centro. Y francamente gané: la cena fue exquisita. Entre la sopa de ortigas, las albóndigas de cordero, las setas frescas a la mantequilla, las patatas fritas con queso búlgaro y el yogurt con nueces y miel, casi salgo rodando de allí.

Submit a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *