Una Gala de la Reina del Carnaval de SCTF 2016 para olvidar

Eran tan altas las espectativas que se habían depositado en el nuevo Director de la Gala, Eduardo Camacho y además él mismo anunció en varias conferencias de prensa a bombo y platillo que iba a ser una Gala inolvidable, que al final la decepción por lo que vimos fue aún mayor de lo que esperábamos.

Primero, hagamos varias consideraciones:

  1. le falta experiencia y se tiró a la piscina por prepotente demasiado joven. Nadie había dirigido la Gala antes con 32 años. Encima se la dieron a dedo y no hubo ningún concurso de selección para la decisión y se los digo yo porque lo sé muy bien, ya que había presentado varios proyectos con anterioridad a él.
  2. su arrogancia al decir que «este chico llevaba demasiados años esperando para dirigirla». No por ser chicharrero de nacimiento o adopción, se te puede encomendar hacer la madre de todas las Galas de Tenerife sin experiencia alguna en ello.                      Ésas fueron las palabras de la flamante Concejal de Fiestas cuando le pregunté personalmente porqué no se me había convocado a mí para volver a presentar en proyecto como había hecho en julio de 2014 cuando lo vio su antecesor en el cargo, Fernando Ballesteros y el entonces Gerente de Fiestas, Juanjo Herrera que me felicitaron y me hicieron concebir esperanzas para que la dirigiera yo en 2015. Mi contestación es que yo llevaba muchos más porque tengo 20 años más de edad y de experiencia -sobre todo internacional- por tanto.
  3. tiró demasiado alto y no creó una dirección artística que se viera en la realización del espectáculo. Cometió errores garrafales y de principiante al no acortar las dimensiones del escenario que casi siempre estuvo vacío.  La prueba más notoria de esto fue la actuación de Ana Torroja que por muchos éxitos de Mecano que cantara, estaba prácticamente sola en el escenario y encima desafinaba casi siempre.
  4. Que tu padrino profesional sea Azpilicueta no quiere decir que tú seas Azpilicueta y ya éste dirigió varias Galas del Carnaval de TF con bastante mucha más edad que Camacho y sobre todo con bastante mucha más experiencia profesional.
  5. La Gala no acabó de despegar nunca porque no contó con un público entregado y porque las tomas de televisión eran bastante pésimas, además porque al ser el escenario tan grande, apenas se veía o se escuchaba bien lo que pasaba en él y no sólo por errores garrafales de sonido como cuando Ana Torroja empezó a cantar y no se le escuchaba nada y después se le oían hasta los jadeos y suspiros del esfuerzo titánico que tenía que realizar para involucrar al público que nunca consiguió.
  6. Tampoco fue una acierto el trío de presentadores que sólo estorbaban el desarrollo del espectáculo y que no tuvieron chispa alguna de humor brillante en toda la noche. Además Llum Barrera metió la pata continuamente y lo de «aborígenes» fue un insulto no premeditado en toda regla.
  7. Lo único más o menos poco salvable fue las murgas y comparsas que le salvaron el espectáculo, pero que incurrieron las primeras en el chiste fácil del insulto al canarión de toda la vida, el lugar de aprender de otras murgas (por ejemplo que no sólo cantan bien, sino que (re-)componen temas con asuntos nacionales e internacionales. No había que hacerle la pelota al Alcalde de turno y no tener miras más altas si somos una Fiesta de Interés Turístico Internacional debemos de mirar más allá de nuestro ombligismo y pensar que nuestros temas provinciales o regionales, serán entendidos fuera de nuestra isla y sobre sean de interés alguno para los foráneos.Pero es que si las murgas y las comparsas hubieran fallado, habría sido la Gala más «amarga» de la historia.
  8. Además otra vez el error imperdonable de olvidarte de las protagonistas de la noche: las Candidatas a Reina y sus diseñadores y equipos y sus patrocinadores. La distribución en dos bloques de 7 candidatas porque eran en total 14 fue otro grave error de cálculo porque hizo que todo pivotara nuevamente en la espera entre bloque y bloque y el veredicto del Jurado y si hubieras traído figuras internacionales que te salvaran esa espera, habría sido otra cosa, pero es que ni Ana Torroja estuvo a la altura del evento.
  9. Yo habría dividido los bloques en 4 grupos con lo que habría habido más tiempo para las candidatas, sus maquilladores y sus últimos retoques y hubiéramos disfrutado de mejor tiempo para memorizar y comentar lo que veíamos. 14 candidatas + 1 represenatnte del Hogar Canario-Venezolano que encima tenía un «trajito» de lo menos elaborado y que al salir sola quedó en mayor evidencia en ese escenario gigantesco + 1 Reina saliente a la que hay que dedicarle un homenaje porque es su último día de Reinado y podría haber salido por última vez con su traje para recibir el cariño del público y luego tener tiempo suficiente para cambiarse y lucir otro modelo más cómodo para entregar su cetro en la coronación de la Reina entrante. La fórmula de 4 + 4 + 4 +4 = 16 Reinas era la más adecuada y así habría habido una división más acorde con la importancia de todas y cada una de ellas y de sus diseñadores y equipos y sus patrocinadores.  Las Reinas sólo tienen ese día para ser apreciadas con sus trajes en movimiento y eso después de un esfuerzo agotador de meses y en cambio, las murgas, las comparsas, las rondallas y el resto de agrupaciones carnavaleras tienen sus propios concursos y en algunos casos son de varios días y ninguna Reina va a robarles el protagonismo que deben tener. ¿Se imagina Vd. un Concurso de Murgas en el que salieran entre medio las Reinas? ¿O una Final de Comparsas o de Rondallas? Me he cansado de repetir por activa y por pasiva que a la Gala de la reina le sobra mucho minutaje de tiempo y eso hay que cambiarlo urgentemente y la Gala de 2016 no ha sido otra excepción. Cientos de minutos inútiles.
  10. El tema de la Gala: los 80 fue presentado de una manera en principio divertida, pero ininteligle para muchos espectadores presentes y televisivos. Faltaron, por ejemplo, unos subtítulos como en todo buen musical de los que se precia dirigir Camacho. El bonito escenario de Carlos Sanz quedaba o en penumbra o no se apreciaba televisivamente y lo que salía en las pantallas ni se veía por las malas tomas de los camarógrafos y por sus ridículas dimensiones.
  11. La sorpresa de la noche que pretendía ser un merecidísimo homenaje a Mónica Raquel estévez Martín, Reina del Carnaval de TF en 1987 y amiga personal mía, también fue fallido. Principalmente porque no contó con la participación de la protagonista, que estaba entre el público y ni siquiera fue nombrada ni enfocada por las cámaras y por el hecho de doble afrenta que significaba eso. Primero porque ese traje maravilloso de Leo Martínez (en el que di algunos pespuntes y ayudé en su confección y me une una gran amistad y recuerdos imborrables a los dos protagonistas del traje), está unido para siempre al nombre de Mónica y debería de habérselo ofrecido llevarlo a ella que aunque ahora tenga unos kilos de más por la edad, estoy segurísimo de que lo habría llevado con todo el garbo del mundo. Segundo porque es una ofensa comparativa al resto de Reinas de siempre y especialmente de los 80 en donde trajes como «Encantadora de serpintes de Siam», Chelo Montero, Reina del Carnaval de 1981, Alicia Acosta Álamo, «Reina de Saba» y Reina del Carnaval en 1981, María del Pino Fuentes, Reina del Carnaval de 1982 y Soledad Alemán, Reina de 1983 y sus respectivas Princesas de la Fantasía que sólo fueron dos en la historia del Carnaval, Nieves de la Rosa y Niki Casanova, así como las sucesivas Reinas de 1984, 1985, 1987, 1988, 1989 también se lo merecían. Y tercero porque lo llevara otra Reina del Carnaval, Elisabeth, precisamente Miss Dior y Reina del Carnaval en 2007 de Leo Martínez también.
  12. Además para colmo de males, ese falso directo con la Orquesta Sinfónica de TF y demás incursiones líricas, ya había sido realizado con mayor brillantez por Tamayo con todas las rondallas del Carnaval tinerfeño precisamente cuando fue Director de varias Galas en los 80 y me parecía una imitación mala y una falta de respeto al maestro Tamayo, autor de la idea primigenia y al que ni siquiera se nombró.

Con estas 12 consideraciones, doy por concluído mi análisis de una Gala defraudó a todos y yo podría ir mucho más allá y más profundamente en esta tarea, pero no voy a seguirle dando ideas gratuitamente a alguien inexperto (no es mi alumno, ni creo que las acepte), y llena de estruendosos errores garrafales y no comparto la idea de que Camacho apunta maneras como dice mi colega Eloísa Reverón en La Opinión de Tenerife ni la benevolencia de mi otro gran colega carnavalero, Humberto Gonar, quien indulta en sus crónicas del evento un poco a Camacho.

¡No, señores,no! La madre de todas las Galas del Carnaval de Tenerife la tiene que hacer alguien que sea más atrevido, iconoclasta y que maneje los tiempos y a los grupos de mejor manera y que no ofrezca más de lo mismo y un espectáculo insalvable y provinciano en unas Fiestas que presumen de ser de Interés Turístico Internacional y que parecía no una Gala de la Reina del Carnaval, sino una fiesta de fin de curso de aficionados dirigidos por alguien sin mucha experiencia.

Y eso que yo creo que «la experiencia es un peine que alguien te regala cuando ya estás calvo».

¿Será por eso que este Camacho a sus 32 añitos ya está calvo o es donante de pelo -como diría Loloes León- y yo no me había dado cuenta?

 

 

Submit a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *